INTENSA OLA INVERNAL
El pasado 1 de julio, Villavicencio vivió una de sus peores noches en lo que va del año debido a una intensa ola invernal que duró más de 12 horas. El resultado fue devastador:
• Un adulto mayor, identificado como José Navarro (65 años), falleció en Villa Lorena cuando un deslizamiento de tierra sepultó parte de su vivienda mientras dormía  .
• Se registraron al menos 18 puntos críticos con inundaciones, deslizamientos y caída de árboles en toda la ciudad .
• El desbordamiento de los ríos Ocoa, Guayuriba, Negrito, Caño Buque, Caño Maizaro y Caño Parrado provocó inundaciones en barrios como La Rosita, El Samán, Chorillano, Juan Pablo II, Pacandé, Doña Luz y veredas rurales .
• En el sector Villa Julia, colapsó un puente sobre Caño Parrado en la avenida Alfonso López, generando un cráter que incluso absorbió una camioneta sin causar víctimas .
• Se estima que 650 familias resultaron damnificadas y más de 5 000 personas quedaron afectadas por los desbordamientos
Los hechos recientes reflejan la fuerza de la naturaleza y el alto costo de ignorar recomendaciones técnicas. El colapso del puente de Villa Julia no solo evidencia la violencia del agua, sino también la urgencia de invertir en prevención y mantenimiento.
El fallecimiento de una persona y las decenas de familias damnificadas nos llaman a reflexionar sobre nuestra responsabilidad colectiva. Es vital que las administraciones fortalezcan la gestión del riesgo, supervisen proyectos en zonas vulnerables y garanticen recursos oportunos. Asimismo, como ciudadanos, debemos mantenernos informados, apoyar esfuerzos comunitarios y participar activamente en la construcción de resiliencia.
Este episodio es una llamada de atención: en un territorio tan rico hídrica como el llano, la prevención no es un gasto, es una inversión en vidas, seguridad y futuro.
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En solidaridad con Villavicencio, es esencial recordar que, ante la emergencia, la unión nos fortalece. Ojalá este episodio impulse acciones concretas y sostenibles.


